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Netflix vuelve a hacer de las suyas

Cine y Televisión
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En unas semanas Netflix estrena «Vikingos: Valhalla», secuela de «Vikingos» que nos situa un siglo después de la última temporada. Pero no vengo a comentaros esto sino la ridiculez que ha vuelto a hacer Netflix.

Uno de los personajes de la serie es Jarl Haakon, basado en un personje que existió realmente y que Netflix no solo ha decidio cambiarle el sexo, sino que además le cambia la raza, doble combo de inclusividad woke. Será interpretado por la actriz Caroline Henderson. Aquí tenéis una fotografía.

Netflix vuelve a hacer de las suyas

Supongo que ahora vendrá alguno con el clásico «Hay que ver como sois los ofendiditos ¿qué más dará?», a mí a estas alturas poca cosa me ofende, lo que me resulta es ridículo, si quieres contar una historia sobre algo que existió, tendrás que intentar ser más o menos fiel al contexto histórico, ya no es solo que cambias de sexo a un personaje real sino que además le cambias de raza, por una que de aquella por allí ni estaba ni se le esperaba. Otra cosa es la ciencia ficción y la fantasía, donde te puedes permitir ciertas licencias.

Si nos ponemos así ¿por qué uno un biopic de Nelson Mandela por Charlize Theron o uno de Muhammad Ali por Jennifer Lawrence? Por cierto, HBO ya ha hecho una serie con una Ana Bolena también negra y no solo eso, además lesbiana, porque claro, hay que meter ideologías con calzador.

Si quieres hacer historias con personajes negros se los pueden inventar o buscas si hubo alguno de verdad y ya buscas como meterlo en la historia ¿qué problema hay? Pero no, tienen que cargarse historias, hacer el ridículo y además parasitar historias de otros, cosa que debería parecerle rídiculo a las propias personas negras.

Evidentemente cuando suelto estas parrafadas es una opinión personal, no pretendo sentar cátedra y habrá gente que opine distinto, tenéis los comentarios para explayaros.